Muchas veces se compra una batería nueva pensando que el problema del coche eléctrico infantil es la batería. Al instalarla, el coche funciona durante un rato (con la carga que trae de fábrica), pero después de recargarla con el cargador habitual, deja de funcionar. El verdadero fallo suele estar en el cargador.
Si el cargador está averiado o no entrega el voltaje correcto, la batería no se cargará. Esto provoca que el coche deje de funcionar al agotarse la carga inicial, dando la falsa impresión de que la batería nueva es defectuosa.
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